A pesar de los adelantos de la ciencia, el desarrollo de la tecnología y el paso de los siglos, las enfermedades y el dolor
no tienen fin. En el pasado con un nombre y hoy con otros, ellas continúan, prosiguen. ¿Donde está la causa que las produce? En las
inmoralidades personales y en los
daños que hacemos al prójimo, derivados del
egoísmo. Dichas fallas a las leyes de la vida "generan" desequilibrios periespirituales y microbios psíquicos que enferman el cuerpo y el alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario